
Sabemos que es Semana Santa cuando una repentina dosis de fe y devoción colectiva nos invade abruptamente por estas fechas, hasta el tiempo parece quedarnos corto, cuando en el afán de asistir a misa encontramos saturados los coloniales templos; nunca como otros domingos los lugareños se encuentran ensimismados en lograr un espacio en medio de la liturgia; algunas mamachas endomingadas con sus mejores trajes se preparan para acompañar en la procesión; sabemos que es Semana Santa cuando los 'templos' de diversión están abiertos las 24 horas del día a la espera de que los descarriados feligreses se confiesen; no por gusto ostentamos el envidiable récord de ser una de las ciudades mas importantes en cuanto a consumo de cerveza, después de Huancayo (frótense la manos amigos de Backus y AJE). Sabemos que es Semana Santa cuando los precios de las habitaciones en los hoteles se han duplicado y su capacidad ha rebasado todas las expectativas, los pasajes para conocer esta viña del Señor agotados desde hace 15 días, incluso hasta en terminales de los buses camión, encontar pasajes a precios razonables es todo un vía crucis; sabemos también que es Semana Santa cuando las promotoras de espectáculos, con su estridente publicidad, te arrinconan en tu propia casa si haberlos invitado, conminándote a peregrinar a Acuchimay convertida por esas horas en Sodoma y ...Huamanga, hay espectáculo para todos los precios y gustos. Sabemos que es la festividad más importante del calendario católico cuando en la víspera del Domingo de Resurrección, la principal plaza se convierte en un chupódromo donde corren ríos de alcohol y pichi… las angostas y coloniales calles convertidas en hervideros de cuanta chuchería se puede vender en este cambalache festivo.
Una semana de absoluto recogimiento, donde hay que ‘recoger’ a los cófrades yacentes en la vía pública que por alguna razón sorbieron industriales cantidades de alcohol o quizá en su penitencia por las siete cantinas…digo siete iglesias, algún extraviado curita convidó mas de la cuenta la sangre del cordero que quita los pecados del mundo. Amén
Una semana de absoluto recogimiento, donde hay que ‘recoger’ a los cófrades yacentes en la vía pública que por alguna razón sorbieron industriales cantidades de alcohol o quizá en su penitencia por las siete cantinas…digo siete iglesias, algún extraviado curita convidó mas de la cuenta la sangre del cordero que quita los pecados del mundo. Amén
No hay comentarios:
Publicar un comentario