Son todos ellos tan pintorescos, corren detrás de sus potenciales clientes, son el nuevo fenómeno en estrategia comunicacional –made in Huamanga- que harían temblar de vergüenza a los creativos de la mismísima “Toronja” usan atuendos coloridos, llamativos y hasta ridículos con el logo la institución que promocionan cual barras bravas, otros más avezados portan pasacalles móviles que se ubican en las vías mas concurridas, contribuyendo a congestionar aún mas la desordenada y caótica ciudad, muy noble y leal por cierto. Todas prometen lo mismo: hacerte ingresar en la universidad. Hasta los ‘ingenieros’ pusieron su academia… libre mercado que le llaman o consecuencias de la crisis mundial.
Son los adolescentes que fungen de impulsadores o anfitriones de las academias de preparación pre universitaria, desconocemos si estos chicos ya ingresaron en la universidad o en agradecimiento y el amor a su camiseta van a la caza de incautos ex colegiales, ávidos de llenar las arcas de esta pujante industria del engaño en Ayacucho. Como si un ciclo de verano súper intensivo garantizara el dorado sueño de convertirse en cachimbo.
Entre la muchedumbre de emisoras de mi dial, escucho anuncios de las casas de preparación y oh¡ sorpresa todas se jactan de haber tenido entre sus filas a los primeros puestos de la UNSCH, amén de otras universidades a distancia; conté 20 de ellas y todas son exitosas en cuanto a preparación y exigencia, lo curioso es que la universidad sólo cuenta con 27 Escuelas Profesionales, es decir si todas tienen el mérito de haberlos hecho ‘ingresar’ en el primer puesto, entonces ¿hubo empate técnico en los puntajes? O quizá encontraron la fórmula de ingreso masivo, que podría ser la salvación de nuestro precario sistema educativo y en un futuro próximo tengamos profesionales que tanta falta le hacen al Perú. Debería haber algún ente que las fiscalice, no sé; tal vez la misma instancia que otorga licencias, que de un tiempo a esta parte se multiplicaron como hongo después de lluvia. Un poquito de seriedad y honestidad en las autorizaciones de funcionamiento y su publicidad contribuiría a formarnos como una sociedad que se precie de tal. Indecopi podría regular las campañas engañosas de estos cajeros automáticos y bueno si no hay nadie quien los fiscalice y los ordene entonces que busquen otros mecanismos de publicidad menos empalagosas. Otras hasta con la suficiente capacidad económica para comprar la señal de una televisora y transmitir en vivo y directo las incidencias del temido examen de admisión todo el día, incluso con breves reportajes desde la víspera y para colmo bajo la conducción de algún improvisado que no tiene ni la más peregrina idea de lo que es postular a la tricentenaria Universidad nuestra.
Ay de aquellos mozalbetes que seducidos por la impactante publicidad no llegan a cubrir una vacante. Entonces engrosarán las filas de virtuales usuarios con cara de cliente fácil que por 6 meses mas aportarán a esa publicidad deshonesta y falaz que reverbera indolente en nuestros oídos cada media hora hasta la próxima admisión.
Son los adolescentes que fungen de impulsadores o anfitriones de las academias de preparación pre universitaria, desconocemos si estos chicos ya ingresaron en la universidad o en agradecimiento y el amor a su camiseta van a la caza de incautos ex colegiales, ávidos de llenar las arcas de esta pujante industria del engaño en Ayacucho. Como si un ciclo de verano súper intensivo garantizara el dorado sueño de convertirse en cachimbo.
Entre la muchedumbre de emisoras de mi dial, escucho anuncios de las casas de preparación y oh¡ sorpresa todas se jactan de haber tenido entre sus filas a los primeros puestos de la UNSCH, amén de otras universidades a distancia; conté 20 de ellas y todas son exitosas en cuanto a preparación y exigencia, lo curioso es que la universidad sólo cuenta con 27 Escuelas Profesionales, es decir si todas tienen el mérito de haberlos hecho ‘ingresar’ en el primer puesto, entonces ¿hubo empate técnico en los puntajes? O quizá encontraron la fórmula de ingreso masivo, que podría ser la salvación de nuestro precario sistema educativo y en un futuro próximo tengamos profesionales que tanta falta le hacen al Perú. Debería haber algún ente que las fiscalice, no sé; tal vez la misma instancia que otorga licencias, que de un tiempo a esta parte se multiplicaron como hongo después de lluvia. Un poquito de seriedad y honestidad en las autorizaciones de funcionamiento y su publicidad contribuiría a formarnos como una sociedad que se precie de tal. Indecopi podría regular las campañas engañosas de estos cajeros automáticos y bueno si no hay nadie quien los fiscalice y los ordene entonces que busquen otros mecanismos de publicidad menos empalagosas. Otras hasta con la suficiente capacidad económica para comprar la señal de una televisora y transmitir en vivo y directo las incidencias del temido examen de admisión todo el día, incluso con breves reportajes desde la víspera y para colmo bajo la conducción de algún improvisado que no tiene ni la más peregrina idea de lo que es postular a la tricentenaria Universidad nuestra.
Ay de aquellos mozalbetes que seducidos por la impactante publicidad no llegan a cubrir una vacante. Entonces engrosarán las filas de virtuales usuarios con cara de cliente fácil que por 6 meses mas aportarán a esa publicidad deshonesta y falaz que reverbera indolente en nuestros oídos cada media hora hasta la próxima admisión.
No hay comentarios:
Publicar un comentario