viernes, 24 de julio de 2009

Réquiem por Perú

Conozco un país donde el alpinchismo y el arribismo son moneda corriente, donde el achoramiento trasgrede toda norma ética y moral y quien la practica, sencillamente es el más pendejo, el más vivo, el criollazo y los que no lo hacen son los lornas, los cojudos, o para ser más exactos los huevones.
Un país que en más de 188 años de independencia no ha consolidado su identidad y que continúa fragmentado como nación, se sigue creyendo que existen escalas ciudadanas de primer y segundo nivel (de la que habla Alan García para referirse a los bagüinos) agudizando aún mas nuestras monumentales taras coloniales discriminándonos entre nosotros ya sea por raza u origen étnico, he aquí la irónica y malévola frase, de cuando algún digno representante de nuestro Perú profundo surge exitosamente en lo personal y profesional, no hace falta ser su enemigo para enseguida 'tumabárnoslo' y satisfacer el propio ego y sentirse superior; ‘ese cholo no es bueno y si es bueno no es el mejor y si es el mejor siempre sigue siendo cholo’.
Conozco un país donde la ausencia de liderazgo es confundida con caudillaje donde aquel que más habla, más reclama y más incendiario se muestra, mas "adeptos" consigue, encaminándose perversamente en función de su beneficio e interés personal y tengan la certeza que es el próximo prospecto a candidato; tales no buscan el liderazgo que aspira el bien común, la concertación y la institucionalidad, sino el caudillismo que busca satisfacer apetitos políticos y personales para sacar alguna ventaja económica. ¿total? de algo hay que vivir…¿no?
Conozco un país donde todo funciona milimétricamente bajo el consabido “cómo es” que en estos lugares significa cuánto hay para ‘aceitar’ cualquier gestión y obtener en tiempo récord determinado beneficio. Te detiene la policía y al toque: “ya pe’ jefe ¿cómo es…?”
Todo es permitido en este festival de la ‘coimisión’ En la que las destartaladas combis y mototaxis son la negación nuestra realidad producto de la crisis de institucionalidad, el emblema de nuestro subdesarrollo y figura pintoresca del alpinchismo (me llega al p... la revisión técnica, me llega al p... el semáforo, me llega al p... los operativos policiales). Sé del mismo país cuando uno postula a un puesto de trabajo con los méritos suficientes, se entera que quien ocupó la dichosa plaza es nada más y nada menos una de las ahijadas o queridas del funcionario de turno. Llega al p… ¿no?
Conozco un país donde lo informal se convierte en orgullo nacional, los personajes mediatizados son íconos que la juventud aspira y debe seguir, bailarinas mononeuronales y autoproclamadas vedettes que se mantienen vigentes por sus excesos y su verbo en doble sentido; peinadores –hoy llamados estilistas- dictan la pauta de la moda fashion en un país donde mas del 50% de sus habitantes vive con apenas 3 soles diarios. Un mundo de oropel y fantasía pura. Donde l@s chic@s en sus sueños más optimistas desean convertirse en modelos, no importando para sus objetivos alcanzar el fin sin escatimar en los medios, los típicos arribistas. Futbolistas fracasados que se juran megaestrellas pero que cuando se enfundan la camiseta nacional, ahí nomás se les encoge las boloñas. Donde el periódico de 50 céntimos es el de mayor lectoría a nivel nacional y que a diario nos informa de cuán importante pueden ser para los destinos del Perú que Melcochita a sus 73 años haya procreado una linda bebita o que Florcita haya decidido pasar a la fila de las casadas. Intrascendentes, pero vivo retrato de un país efervescente.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Bueno tu blog, fintoso, muy bueno, amigo. Lo pasará a otros amigos para que lo lean. Diré que es el blog de mi amigo, el artista, comunicador, literato, escritor, Melvin vidalón Fintero, que si no hubiera trabnajado en techint, sería uno de los grandes encabezados. Muy bueno